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Una entrevista de trabajo es siempre un momento importante y delicado y la preparación juega un papel clave . Por eso, en este artículo, te damos 12 consejos para prepararte bien una entrevista de trabajo.
12 consejos para preparar una entrevista de trabajo
1. Investiga la empresa (y qué esperan de ti)
La mejor manera de mostrar interés durante la entrevista es evidenciar que conoces el trabajo que realiza la empresa o entidad en la que quieres entrar a trabajar. De esta forma, pondrás de manifiesto que eres una persona curiosa y proactiva , así como tu motivación para trabajar en el lugar al que postulas.
Además, el entrevistador o entrevistadora también espera de ti que te hayas leído a fondo la oferta de trabajo y que la tengas presente para señalar el valor diferencial que tu candidatura aportaría en las tareas especificadas. Cuando te presentes en la entrevista, deberías poder responder sin vacilar las preguntas: “¿Por qué te gustaría trabajar con nosotros?” o “¿Qué valor añadido nos aportaría contratarte?” ¡Hacerlo bien será seguro un buen punto a favor de tu candidatura!
2. Conoce bien tu CV
Evidentemente, nadie conoce tu mejor trayectoria profesional que tú. Sin embargo, no siempre es fácil explicarla a los demás de forma coherente y sugestiva. Uno de los secretos para triunfar en una entrevista de trabajo es saber hilar un buen storytelling o una buena narrativa para contar tus experiencias pasadas.
En la entrevista, puede que te pregunten cosas concretas de tu currículum, o que te pidan directamente que hables de ti misma o de ti mismo, pero en cualquiera de los dos casos deberías saber dónde quieres empezar ya dónde quieres llegar. Además, seguramente te preguntarán el porqué de tus decisiones, como estudios, cambios de trabajo, etc. ¡Asegúrate de plantearte estas preguntas previamente para saberlas responder de manera rápida y natural!
3. Practica las respuestas
Piensa algunas preguntas que te puedan formular, e imagina cómo podrías responder a ellas para dar una imagen lo más positiva posible de ti mismo. Algunas de las preguntas más frecuentes son: “¿Cómo te definirías?”, “¿Cuáles son tus puntos fuertes?”, “¿Qué te interesa de nuestra empresa o entidad?”, “¿Por qué quieres cambiar de trabajo?”, ” ¿Cómo era trabajar en tu empresa anterior?”, “¿Puedes hablarme de una situación crítica que hayas tenido que enfrentar en el pasado?”, “¿Cómo te organizas en tu día a día laboral?”, etc.
Cuantas más preguntas puedas prever, más fácil será responder si te las preguntan.
4. Destaca tus logros, pero sin presumir demasiado
Siempre es prudente mostrar un poco de humildad , aunque, por otra parte, no hay que engañarse: en una entrevista laboral, debemos vendernos bien.
Por tanto, cuando hables de tus experiencias pasadas, no te olvides de destacar qué aportaste a cada empresa o entidad mientras trabajabas. No se trata de darse humos con lo buenos que somos en lo que hacemos, sino de mostrar por qué seríamos un plus para la empresa y cómo podríamos aportar valor en sus procesos.
5. Pon de relieve tus habilidades soft
Además de las competencias técnicas, resalta tus habilidades soft, como la comunicación efectiva, el trabajo en equipo y la adaptabilidad. Es probable que el entrevistador te haga preguntas que hagan a una situación concreta y tu respuesta, para poner a prueba estas habilidades, como: “Imagina que un error tuyo perjudica el trabajo del resto. ¿Qué harías en esta situación?” . Si no es así, utiliza ejemplos de tu vida profesional y personal para demostrarlos.
6. Habla siempre en positivo
Independientemente de cómo hayan sido tus experiencias profesionales pasadas, hablar mal de la antigua empresa, de tus responsables o de antiguos compañeros o compañeras da inevitablemente una mala imagen de ti como persona conflictiva, resentida, poco discreta o poco comprometida con las empresas en las que trabaja. Si hablas de antiguos puestos de trabajo, hazlo siempre en positivo. Y, si no tienes nada positivo que decir, evita al menos destacar sus aspectos negativos .
7. Prepara preguntas para el entrevistador o entrevistadora
Normalmente, al finalizar una entrevista de trabajo, la persona que te está entrevistando te preguntará si tienes preguntas. Formular unas pocas preguntas inteligentes y apropiadas hará ver al entrevistador que existe un interés real por tu parte.
Puedes preparar estas preguntas antes de la entrevista, investigando un poco a la entidad o empresa y leyendo con atención la oferta a la que has postulado. También puedes plantearlas a partir de la explicación de que la entrevistadora o entrevistador te dé sobre el funcionamiento de la empresa y sobre tus funciones. En este sentido, puede ser una buena idea, durante la conversación, tomar notas de aspectos que te parezcan interesantes o de dudas que te gustaría resolver.
8. Practica la escucha activa
A veces, en una entrevista de trabajo, los nervios nos juegan malas pasadas, y dando vueltas a algún pensamiento o idea que queremos formular, perdemos el hilo de lo que nos está contando el entrevistador o entrevistadora.
Por este motivo, es importante que antes de empezar la entrevista, puedas mentalizarte para focalizar toda tu atención en lo que te cuenten y recoger detalladamente toda la información, para poder introducirlo en tu discurso, dar una buena respuesta o formular preguntas pertinentes. En este sentido, no es mala idea llevar una libreta y un bolígrafo en la entrevista, para recoger cuantas informaciones consideres relevantes.
9. Sé consciente del lenguaje corporal
Sabemos bien que el lenguaje no verbal es a menudo tan decisivo como lo que decimos. Una buena postura corporal , una mirada firme y no huidiza , una gesticulación neutra que acompañe al discurso y no denote nerviosismo son elementos que ayudarán a causar una buena impresión en tus interlocutores.
Si crees que los nervios pueden traicionarte o no estás seguro o segura de cuál debería ser tu actitud corporal, practicarlo antes de la entrevista puede ser muy buena idea. Puedes hacerlo delante del espejo, grabarte para verte después, o pedirle a alguien de confianza que te ayude a simular la entrevista y que te dé feedback sobre tu lenguaje no verbal.
10. Expresa tu interés y entusiasmo
Explica de forma honesta y genuina tu interés por el puesto de trabajo y por la compañía o entidad. Preparar antes esta cuestión será sencillo e impedirá que los nervios te hagan olvidar todo lo que sabes y quieres contar con claridad. Lo puedes hacer ensayando respuestas a preguntas como “¿Qué esperas de ese puesto de trabajo?”, “¿Por qué esta empresa te interesa más que otra?”, “¿Qué crees que puedes aportar al equipo?” Haz sentir a los responsables de la contratación que para ti su empresa es una prioridad.
11. Anticipa preguntas delicadas o preguntas trampa
Cuando pienses en posibles preguntas que te pueden realizar, procura pensar también en posibles preguntas “trampa”. No todos los entrevistadores y entrevistadoras las plantean, pero son muchos a los que les gusta formular preguntas que ponen al candidato o candidata en una situación delicada, para ver cómo las resuelven.
Un clásico de entre estas preguntas es: “Enumera tres defectos que tengas”. No es buena idea responder completamente transparente a esta pregunta. Seguramente, si contestamos que tendemos a aplazar responsabilidades, que perdamos los nervios fácilmente y que nos falta iniciativa, es probable que no vuelvan a contactarnos. Para evitar dar respuestas inapropiadas, piensa antes de la entrevista en defectos menores que tengas, pero que no afecten ni a tus resultados ni a tu trato con los demás. Por otro lado, pon siempre de relieve cómo estás trabajando estos defectos para minimizarlos o superarlos.
12. Por encima de todo, cortesía
Puede parecer obvio, pero una buena sonrisa puede convencer más que el mejor discurso. Ten en cuenta que lo que están buscando los empleadores es una persona que pueda trabajar en el equipo y con quien deberán por tanto convivir en el día a día. La afabilidad y la capacidad de mantener intercambios respetuosos serán, por tanto, habilidades muy preciadas.
Intenta mostrar tu agradecimiento por el hecho de que hayan tenido en cuenta tu candidatura, y cuando finalices la entrevista no olvides mostrarlo dándoles las gracias. De esta forma, te asegurarás de dejar una buena impresión y aumentar tus posibilidades de seguir en el proceso selectivo.
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