El deporte es una potente herramienta educativa en todas las etapas. Además de aportar beneficios educativos, desempeña un papel fundamental en promover la inclusión, la transmisión de valores y la defensa de derechos . Como herramienta de inclusión social , el deporte es capaz de crear espacios donde niños y jóvenes, independientemente de su origen o capacidad, pueden compartir experiencias y aprender a colaborar. Esto contribuye a la acogida, la integración social y al desarrollo de habilidades interpersonales fundamentales, como el respeto y la empatía .
Además, la práctica deportiva fomenta la adquisición de valores esenciales como la disciplina, el esfuerzo, el trabajo en equipo y la perseverancia. En los deportes colectivos, los niños aprenden la importancia de cooperar, de seguir reglas y de gestionar tanto el éxito como el fracaso, lo que tiene un impacto positivo en su formación personal y emocional.
En ocasiones olvidamos que el deporte, en el marco del ocio educativo y de los hábitos saludables, quedaría reconocido en el Derecho al Ocio, Derecho a la Salud y el Derecho a la Educación, dentro de la convención de los Derechos del Niño . Esto es particularmente relevante para aquellos en situaciones de vulnerabilidad, en las que los niños pueden beneficiarse del deporte no sólo para su desarrollo físico , sino también como una herramienta para mejorar su bienestar emocional, las competencias sociales, el rendimiento académico,…
En términos educativos, el deporte también ayuda a desarrollar hábitos de vida saludables, habilidades cognitivas y físicas. De hecho, los niños que participan en actividades deportivas muestran mejoras en su capacidad de concentración, resiliencia y manejo del estrés, lo que contribuye a su bienestar integral.
ENTREVISTA CON EVA GARCÍA NAVARRO
Por todo ello, hemos invitado a Eva García Navarro, docente y autora del libro Nervis a la grada , para que nos hable de la educación respetuosa a través de las prácticas deportivas.
Eva García Navarro es coach y formadora del curso Herramientas de coaching , autora del libro “Nervios en la Gradería”. Experta en ecología emocional y docente de formación profesional para el empleo en Fundesplai, donde imparte el certificado profesional de operaciones auxiliares administrativas y generales.
“Tener a un niño es fácil, mantenerlo cuesta. Educarlo es el gran reto” . Jaume Soler y Mercè Conangla.
Uno de los grandes retos en la vida de las personas es la educación de los niños. No podemos educar como nos educaron a nosotros, porque es obvio que los niños de 2024 son diferentes a los niños de hace cincuenta años atrás, por tanto si utilizamos las mismas estrategias educativas lo más seguro es que nos equivocaremos. El acompañamiento diario de un niño es todo un arte, requiere por parte del artista mucha creatividad, paciencia, cariño en lo que hace, y saber retirarse en el momento adecuado. Bajo mi punto de vista, el objetivo del adulto se verá alcanzado cuando el niño se haya convertido en un adulto responsable, amoroso y autónomo, que es aquella persona que quiere ser, y pone en acción todo su talento a su servicio y al servicio de la humanidad. El acompañamiento es un viaje que iniciamos adultos y criaturas a la vez y nos necesitamos el uno al otro. Es decir, el adulto no puede crecer sin el niño y el niño tampoco puede crecer sin el adulto. En este viaje todo el mundo lleva un espejo mágico debajo del brazo, para que durante el trayecto, no fuera el caso que nos aburriéramos, juguemos al juego de los espejos. Es un juego donde en los espejos vemos reflejadas nuestras sombras y nuestras luces. El viaje está lleno de situaciones inesperadas, y estas las podemos vivir como un conflicto o como una oportunidad de aprendizaje, todo dependerá de la mirada del adulto.
UN POCO DE HISTORIA…
Hace unos cincuenta años atrás más que de educar se hablaba de criar a las criaturas, o hacerlas crecer. Los adultos se dedicaban sólo a dar cobijo y viandas. Seguramente os suena la frase “En esta casa nunca te faltará un plato caliente y un lugar donde dormir”. Cualquier adulto tenía derecho a agredir a un niño, por la sencilla razón de que tenía más años. Se consideraba a los niños como personas en miniatura, o personas no completas, y esto daba derecho a los adultos a no respetarlos y agredirlos. Desgraciadamente, algunos adultos todavía tienen esta visión de los niños.
“El respeto no tiene que ver con la edad ni el rango, sino que tiene que ver con el amor. A partir del respeto, podemos construir el amor. El amor que cada persona debería sentir por otro ser humano por el mero hecho de ser persona.” (Del libro Nervis a la graderia)
A partir de los años 70 se realizaron diversas investigaciones en relación a las emociones, y gracias a estos descubrimientos se tomó conciencia de cómo influyen las emociones en la forma de ser de las personas. A principios de los años 90 empezó a cambiar la forma de educar, tanto en los hogares como en las escuelas, y empezó a tener más relevancia la inteligencia social y emocional. En este nuevo marco de concepción de la infancia fue cuando se establecieron legalmente los Derechos de la Infancia, a partir de una Convención de los Derechos de la Infancia, el 20 de noviembre de 1989, realizada por la Asamblea General de las Naciones Unidas y firmada por la mayoría de países.
Si quieres saber más sobre los Derechos del Niño, sigue este enlace
LA EDUCACIÓN RESPETUOSA
Actualmente, muchas personas defendemos una educación basada en:
- El autoconocimiento de los niños, para que sepan manejar mejor sus emociones en momentos de dificultad; tomen conciencia de sus fortalezas y debilidades; y en consecuencia tengan menos dificultades a la hora de saber cuál es su propósito de vida
- Capacitar a los niños en habilidades sociales y valores éticos para que se relacionen de forma sana con las personas de su entorno más cercano, como pueden ser compañeros de la escuela, familia y amigos/as.
- Conocer el mundo donde vivimos y de dónde venimos , para que las criaturas valoren el patrimonio cultural propio así como el patrimonio de otras culturas diferentes al nuestra, y aprendan a cuidar y respetar la naturaleza.
El deporte como vehículo en la educación
El deporte es un vehículo extraordinario que puede ayudarnos a trabajar estos tres conceptos con los niños. Además, la actividad física y la práctica deportiva favorecen el bienestar emocional y la cohesión de grupo , lo que nos ayuda mucho en el campo educativo. Aunque los padres y madres son las personas con mayor influencia sobre las criaturas, otras personas que interactúan con ellas a diario, como el equipo docente de la escuela, o los monitores y monitoras del tiempo educativo del mediodía, esplais o actividades extraescolares, así como los equipos de técnicos de los clubs deportivos, también tienen una gran influencia. Cualquier adulto es un modelo de referencia para un niño. Immanuel Kant decía algo más o menos así: “obra de tal modo que tu conducta se convierta en ley universal”. A continuación un ejemplo: Imagina que vas caminando con tu hijo de ocho años por la calle, y la persona que está justo enfrente se le cae el monedero. Al mismo tiempo que cae el monedero también cae el billete de 50€ que había dentro. ¿Qué haces frente a esta situación?
- Le das el monedero y el billete de 50€ te los pones en el bolsillo
- Le das todo, monedero y billete de 50€
- No haces ni una cosa ni otra, lo dejas en el suelo
“La única manera de educar es dando ejemplo, a veces un ejemplo espantoso” . Albert Einstein.
Podemos ganar un partido de dos maneras :
- Jugar lo máximo de bien, jugando mejor que el rival.
- Jugar mal para impedir que el otro juegue bien y gane.
La primera opción es más difícil , porque debemos activar el ingenio y la creatividad, comporta situaciones de riesgo e incertidumbre, no sabemos si ganaremos o no. Si hemos jugado bien pero no hemos ganado el partido, de todas formas sentiremos satisfacción porque hemos jugado con ética, y hemos tenido el valor de ser coherentes con nuestros valores. En cambio la segunda opción, es más accesible, más fácil, porque es más sencillo destruir que crear. Lo más probable es que si salimos a ganar un partido con el objetivo de impedir el juego del otro, a lo sumo empataremos, no ganaremos. Si no hemos jugado bien nos sentiremos insatisfechos, además se nos despertarán sentimientos como la culpabilidad o el enfado. ¿Cuántas veces hemos cogido un camino porque era más rápido y parecía más fácil, pues no teníamos que dedicar tiempo a aprender nada ya que utilizábamos el software inconsciente, y al final este camino ha sido el más dañino para nuestro bienestar físico, mental y emocional? Todos llevamos un software inconsciente, ya que damos respuestas de forma automática a lo que nos pasa. Por eso le llamamos software inconsciente, porque lo hacemos sin poner la conciencia. El programa inconsciente, o las creencias, al igual que nuestros valores se van creando durante la infancia a partir de todo lo que nos van diciendo nuestros progenitores y adultos de referencia. Si con un niño o niña sus adultos de referencia le van diciendo: “eres muy bueno, serás un futbolista de éxito”, o “eres muy malo jugando a fútbol, no sirves para el fútbol”, él lo creerá, igual que se cree que los reyes existen. Se lo cree porque le dice una persona muy importante para él o ella .
Un consejo educativo para aplicar en el deporte
Tomar conciencia de que el niño o la niña pondrá en acción la mirada del adulto y lo que el adulto espera de él o ella. El niño dejará de ser él mismo para cumplir con las expectativas del adulto , porque no quiere sufrir, y quiere sentirse querido y reconocido. Esta forma de hablar: “tú eres bueno o malo…”, surge de una comparación y confunde a las criaturas, porque entonces ellas se identifican con lo que hacen no con lo que son . Mi consejo es NO poner etiquetas a los niños y niñas y alabar los procesos de aprendizaje. Dejemos que los niños elijan las etiquetas que se quieren poner, y démosles la libertad para que siempre que quieran puedan cambiar de opinión sobre sí mismos, ya que la vida es cambiante.
La formación en el ámbito del deporte
Cada vez son más necesarios los perfiles formados en el ámbito deportivo , que respondan a la constante evolución metodológica en aspectos técnicos, tácticos y de preparación física. A esto hay que añadir un conocimiento de las bases psicopedagógicas de la educación y el entrenamiento que te capaciten para el desarrollo profesional. Con décadas acumuladas de experiencia en el campo de la educación, formamos personas profesionales actualizadas, apasionadas y comprometidas con los valores de la convivencia, la inclusión y la sostenibilidad.
Ciclo formativo de grado medio de fútbol
Dirigido a cualquier persona interesada en desarrollar sus habilidades en el ámbito del fútbol. Duración del curso: 455 horas
Requisitos de acceso:
- Prueba física de acceso específica
- Disponer del título de graduado en Educación Secundaria Obligatoria (ESO) o equivalente.