“La inclusión es el camino si queremos sociedades justas y equitativas”

¿Qué competencias son clave en la Atención al Alumnado con Necesidades Educativas Especiales? ¿Y qué deberías hacer si quieres trabajar como velador o veladora, en el apoyo educativo en el aula? Estas y otras preguntas le hemos hecho a Núria Martínez , Educadora Social con una larga experiencia y docente en Fundesplai del Certificado de Atención al Alumnado con Necesidades Educativas Especiales .

Certificado de atención al alumnado con necesidades educativas especiales

Núria Martinez , profesional experta en atención al alumnado con necesidades educativas especiales

¿Cuáles son los principales retos que puedes encontrarte como profesional con alumnado con Trastornos del Neurodesarrollo?

No existen individuos inadaptados o con discapacidades, sino sociedades que no logran adaptar el entorno a todos y cada uno de sus individuos . Partiré de esa idea, que me parece primordial, para entender la Neurodivergencia y las barreras que muchos individuos encuentran en la sociedad.

El Diseño Universal del Aprendizaje (DUA) desempeña un papel crucial en la inclusión de los alumnos con neurodivergencia en la escuela. Y, al mismo tiempo, es un gran reto para el equipo docente que trabaja en entornos educativos. El alumnado, ya sea normo-típico o neurodivergente, presenta unas necesidades educativas muy específicas en su modo de acceder al aprendizaje. Pero es en el colectivo de la neurodiversidad donde mayor hincapié hay que hacer en la adaptación curricular. En líneas muy generales, es necesario trabajar más en la flexibilidad de la presentación de la información , ofreciéndola de diferentes formas para atender los diferentes estilos de aprendizaje o capacidades del alumnado. Del mismo modo, el DUA ofrece un apoyo a la autorregulación , la creación de ambientes físicos y virtuales accesibles, una evaluación flexible y justa, y la colaboración y soporte individualizado.

Los alumnos con trastornos del neurodesarrollo, entre los que se encuentran los alumnos con Trastorno de Espectro Autista (TEA), Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), los trastornos del desarrollo del lenguaje, del aprendizaje, del desarrollo motor o del desarrollo intelectual, entre otros, pueden presentar una extensa gama de Necesidades Educativas Especiales (NEE) tales como dificultades sociales, comunicación o comportamientos repetitivos o disruptivos. El trastorno de conducta no pertenece únicamente al colectivo neurodivergente, ni tiene por qué manifestarse en todos los alumnos con NEE, pero también es una de las tareas en las que el docente debe saber desenvolverse para ofrecer a el alumno espacios de autorregulación.

Como se puede observar, el DUA presenta un entorno de aprendizaje muy ambicioso, a cual la comunidad educativa aspira a llegar, pero la realidad que nos encontramos es otra muy diferente. El mayor reto como docentes es desarrollar un marco educativo de calidad partiendo de altos ratios y la insuficiente, y en ocasiones, carente contratación de profesionales de apoyo especializados en Neurodivergencia.

¿Qué habilidades son más importantes en la labor de una persona acompañante, cuando se trata de la atención al alumnado con Necesidades Educativas Especiales?

Considero que las habilidades más importantes del docente que trabaja con alumnado con NEE son la empatía, la flexibilidad y la creatividad. Debe ser capaz de ver la vida desde la mirada de la persona neurodivergente a la que acompaña, saber adaptarse a sus necesidades y crear sistemas de aprendizaje que fomenten su desarrollo cognitivo, físico, emocional y social.

El trabajo en equipo es otra de las habilidades más importantes. Nuestra labor se desarrolla desde equipos multidisciplinares, por lo que la colaboración interdisciplinar y la predisposición al apoyo del equipo juega un papel importante. Y por último, un profesional docente necesita una formación especializada y continua. Las metodologías de trabajo avanzan a diario, y los retos que nos encontramos en el aula son cada vez más diversos. Cuanta más información y herramientas pedagógicas tenga, mejores intervenciones podrá ofrecer.

¿Qué consejos le darías a alguien a quien le gustaría trabajar como especialista en Atención al alumnado con Necesidades Educativas Especiales?

Recomiendo la formación e información sobre el colectivo al que vamos a atender pero, ante todo, me reitero en la necesidad de ser empático, flexible y creativo, ya que cada situación educativa es absolutamente diferente. Tratamos de encasillar y etiquetar a las personas con trastornos, características y soluciones predeterminadas que, a veces, sirven de poco. Una misma herramienta educativa puede resultar muy útil para un profesional y nada útil para otro. Es muy importante tener una base de información, herramientas educativas y metodologías, pero es más importante tener los ojos y corazón abiertos, saber captar las necesidades y ser creativos y creativas para adaptar las soluciones a cada situación concreta.

Otra cosa que aconsejo encarecidamente es el autocuidado de la persona que cuida y educa. La docencia es una tarea muy enriquecedora y muy exigente. Buscar apoyo entre compañeros y compañeras, buscar espacios de descanso, y utilizar técnicas de respiración y autogestión emocional es primordial para el buen desarrollo profesional.

¿Crees que el enfoque inclusivo de la educación es un paradigma que puede transformar a la sociedad?

El ecosistema social está formado por todos los individuos que lo componen y sus convenciones sociales, y en mi opinión, no tiene mucho sentido que no esté adaptado a todos y cada uno de nosotros. Considero que la inclusión es el camino a seguir si queremos conseguir sociedades justas y equitativas. Ya se terminaron los tiempos en los que se nos demandaba a todos un trabajo de adaptación a un estándar normotípico, puesto que este estándar no representa a la perfección a casi nadie.

Pero esta inclusión comporta un arduo camino que no podemos dejar de recorrer y reivindicar. Y somos todos los integrantes de la sociedad quienes debemos luchar por conseguirlo. Por eso creo en el enfoque inclusivo, pero de calidad. Y para conseguir la calidad es necesaria una mayor inversión en profesionales del sector docente. No nos podemos vanagloriar de escuelas inclusivas si después no se invierten recursos humanos y materiales para crear una inclusión real.

Estamos haciendo un gran trabajo desde la escuela ordinaria incluyendo figuras como el velador, el educador especial o el asistente técnico educativo, pero hoy en día, sigue siendo insuficiente el número de horas, y excesivo el ratio educador-alumno . Hay equipos docentes muy potentes que hacen un gran esfuerzo para realizar adaptaciones curriculares. Pero siguen faltando manos para poner esto en funcionamiento. Ofrecer una educación centrada en el individuo comporta mucho trabajo y requiere mucho esfuerzo y dedicación.

Aún así estamos caminando, con paso firme y sin pausa, por el camino correcto.

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